miércoles, 28 de octubre de 2009

Ejercicio

Se unificó Berlín
Ab wann? (¿a partir de cuándo?)
La pregunta que definió todo


Sonó el teléfono. "Señor Ehrman", dijo una voz del Ministerio de Asuntos Exteriores, «esta tarde a las seis hay una rueda de prensa».
La frase: "Es muy importante" es lo que llamo su atención y ‘‘¿Qué podía ser tan importante?’’, se preguntó.
Era 9 de noviembre de 1989, cuando se dirigía al Centro Internacional de Prensa, situado en Berlín Oriental. Cuando llegó, pasada las seis de la tarde, ya no había donde aparcar. La conferencia ya había comenzado y no le quedó otra que sentarse en la tarima, cerca del orador.
Estaba hablando Gunter Schabowski, alto miembro del Politburó y uno de los comunistas más poderosos de Berlín. Ehrman había levantado la mano para hacer preguntas desde el mismo momento en que entró en la sala, pero nadie le hacía caso.
Entonces, el corresponsal, en voz alta: "Señor Schabowski, ¿cree usted que fue un error introducir la Ley de Viajes hace unos días?". Ehrman se refería a una ley de permisos de viaje muy confusa que había provocado un éxodo de miles de alemanes a través de las fronteras de Checoslovaquia y Hungría.
"Schabowski nervioso’’, recuerda, sacó unos papeles del bolsillo, y repitió que, para evitar más líos, los ciudadanos de la RDA podrían ir al Oeste, esta vez sin pasaporte ni visado: sólo mostrando el carné de identidad o un documento parecido. De inmediato preguntó: "Ab wann?" (¿a partir de cuándo?). Schabowski volvió a ver los papeles y, sin mirarle a la cara, respondió. "Ab sofort" (inmediatamente).
"En ese momento, me di cuenta de que el Muro había caído". Pero entonces sucedió algo que no había previsto, algo que no podía creer mientras la rueda de prensa terminaba y los periodistas se marchaban. "Lo que todavía me sorprende, después de 20 años, es que ninguno de los compañeros presentes, que eran muchos, se diera cuenta del verdadero significado de estas palabras", afirma.
La noticia era tan inverosímil, que en la agencia esperaron unos minutos para comprobar si otra agencia se sumaba al carro del 'notición' y estos minutos pueden también ser el fin de su exclusiva. Al final, el director gritó: "Debe ser verdad: ¡vamos con la noticia!". Ansa dio la exclusiva, y 31 minutos después la siguieron otras agencias. El Muro ya estaba derribándose. "Riccardo no estaba tan loco", dice sonriendo.
"Lo importante no fue mi pregunta, sino la respuesta", dice hoy con modestia. "Cuando escuché las palabras de Schabowski, creí que había caído el Muro. Fui un miope. No me di cuenta de que, en realidad, estaba cambiando el mundo".

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